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Un viaje por Andalucía para jugar con las palabras

Venta de caracoles en las calles de Sevilla

Venta de caracoles en las calles de Sevilla

Que nadie piense viendo estas fotos que las cabrillas son cabras pequeñas, ni que en Andalucía comerciamos con esclavas. Simplemente disfrutamos de un idioma tan rico que nos permitimos jugar con las palabras. Sería un buen método aprender el idioma en las calles, ver los escaparates, leer los rótulos y carteles de vendedores ambulantes y escuchar furtivamente las conversaciones de la gente. Fotografiar los gestos de los españoles y jugar a adivinar de qué están hablando.

De este modo descubriríamos el viaje que realizan las palabras en el tiempo y en el espacio y aprenderíamos que con la mezcla y la calle las palabras están más vivas.

Venta de pulseras en un comercio sevillano

 Me gusta imaginar cómo entenderán las palabras los recién iniciados en nuestro idioma. Si un inglés ha aprendido que las medias son unas prendas femeninas que cubren las piernas, qué piensan cuando en la barra del bar oyen decir: «¡Dos cafés y dos medias con jamón!». Los bares y los comercios son «templos del idioma». Pero esa riqueza también complica el aprendizaje de nuestra lengua.

¡Qué difícil es hablar en español» dicen estos guiris que se han atrevido a viajar por todos los países hispanohablantes para aprender el idioma. ¡Menudo reto!. Escuchad la canción de Inténtalo Carito, un dúo colombiano formado por los hermanos Ospina que cantan canciones inspiradas en la cotidianeidad con un gran toque de humor. ¿Aprender inglés?. Lo difícil es aprender español.

Avisillos, llamativos y tapas

Pues sí, es viernes y aquí estamos de nuevo para «documentaros» lo que seguramente haréis al final de la mañana. Os iréis de tapas, ¿verdad?

Por si esta historia llega a Tombuctú, explicaremos que, básicamente, una tapa es un aperitivo que se sirve en un bar acompañando a la bebida. Existen numerosas teorías, sobre el origen de este plato en miniatura, que se remontan al siglo XIII. En unas, la tapa surgió como medida contra la ebriedad,  en otras fue una solución para evitar la entrada de insectos o partículas en la bebida. Pero todas coinciden en el origen terminológico, que alude al hecho de “tapar” la copa, con un trozo de pan o con una loncha de jamón. A lo largo de la historia han recibido otras denominaciones: Quevedo, en su novela “Vida del Buscón”, las denominaba “avisillos”, por ser consumidos habitualmente antes de una comida principal. Cervantes, en «El Quijote», utilizaba el término «llamativos».

Una costumbre tan antigua, ha creado un vocabulario que muestra la riqueza de nuestro idioma y la importancia que damos a este ritual, que conlleva un consumo itinerante por varios bares. Así tenemos, tapear y tapeo para aludir a ese recorrido en busca de la mejor tapa. Tapita, es sinónimo de algo rápido. Ir de tapas, significa que no nos apetece comer mucho. Este vocabulario y el de la propia denominación de las tapas, es como un manifiesto contra la invasión de términos ingleses. Fracasa cualquier intento de traducción en las guías para extranjeros, “contaminando” el idioma inglés de términos españoles. Además, está ocupando la geografía hostelera con la denominación “Tapas bar”, como es el caso del “Sangría Tapas Bar” de Nueva York. Aquí tenéis algunas “no traducciones”, que aparecen en la versión inglesa de Wikipedia:

Cojonuda. (Superb female): It is a kind of ‘pincho’. It consists of a slice of Spanish morcilla with a fried quail egg over a slice of bread. It is very common to see it in Burgos because Spanish morcilla is also called morcilla de Burgos.

Con lo fácil que es decir “Patatas bravas”, mirad que lío se forman y luego lo dejan sin traducir:

Patatas bravas: Fried potato dices (sometimes part-boiled and then fried, or simply boiled) served with salsa brava, a spicy tomato sauce. Alioli is often served with it too.

Tortilla de patatas, also known as Tortilla española.

Para ese viaje… Sin embargo, se atreven a traducir “Tortillita de camarones”

Tortillitas de camarones: Battered-prawn fritters.

Pero no nos engañemos, la gracia de la tapa es que la sirvan gratis, como sucede en Jaén, Granada, Almería… Las empresas turísticas, ofrecen en sus rutas la degustación de una bebida con tapa incluida, como algo típico del lugar, que termina por convertirse en un símbolo de identidad en las guías turísticas. Muchos establecimientos, comienzan a denominar las tapas con nombres llamativos que despiertan la curiosidad del cliente “catacaldos”, creando marcas propias de su establecimiento. Otros, añaden elementos para crear distinción, como Casa Tono, en Sevilla en el que puedes pedir una tapa y un libro, para disfrutar tranquilamente de la lectura y el paladar. A medida que la tapa se hace más sofisticada y famosa, va apareciendo bibliografía especializada: diccionarios, guías de la ruta de la tapa, libros de recetas que nos invitan a viajar, “Mapas con la ruta…”. Aunque, el documento más preciado es “la lista de las tapas”, que con un poco de suerte, estará hecha de forma improvisada y manuscrita; otras veces será un alarde de diseño gráfico (si pagas 5 euros por tapa) y en otras ocasiones, será una pizarra de tiza. En el peor de los casos, será una fuente oral, o sea, el camarero que suelta la lista encadenada, sabiendo que el cliente sólo podrá recordar la primera y la última de la lista, que recita como la tabla de multiplicar:

calamares-chopitos-aseitunitas-altramuses-solomillo al güisqui-chipirones-choco-migas-espinacas con garbanzos-pincho moruno-huevos rellenos-lomo al roquefó-salmón a la plansha-camarones-pipirrana-ortiguillas-puntillitas-pulgas-arbondiguitas de shoco-…… y ensaladilla rusa…”.

Total: ¡Póngame una ensaladilla rusa¡¡¡

En fin, toda una tradición, que se ha incorporado en nuestro horario laboral de los viernes. Como comprenderéis, todo esto es demasiado importante como para que se estropee. Por eso, el personal concienciado lanzó una curiosa convocatoria por correo electrónico, para el día 6 de octubre de 2007:

A todo el pueblo sevillano: ¿Debemos aceptar que un mísero montadito con patatas de bolsa valga ya dos euros? recuerdo que dos euros son 332 de las antiguas pesetas […] Ante todo esto, protesta, y el día 6 de octubre no acudas a los bares. BASTA YA DE ABUSOS. Sevilla era antes la ciudad de las tapas y ahora es la los montaditos fríos y el mal servicio, …RECUERDA EL DÍA 6 DE OCTUBRE DÍA SIN BARES EN SEVILLA. QUE ESPABILEN COÑO QUE NO SOMOS GUIRIS. […]

En Italia, la protesta se denominó huelga del espagueti, celebrada el jueves 13 de septiembre de 2007, para protestar por el encarecimiento de la cesta de la compra. Todo esto, nos recuerda, salvando la distancia y la frivolidad, los motines que se provocaban, en la España del Antiguo Régimen, por las abusivas subidas del pan. Entonces se convocaba a la población mediante los pasquines, sátiras,  manifiestos y otros papeles. Hoy utilizamos el correo electrónico y el móvil con el “subversivo” “pásalo”. Tampoco, hemos inventado nada. En fin, el mundo de la tapa, también es cultura. Ahora entendemos por qué el personal se enfada tanto, cuando después de reunir a amigos y colegas para cumplir con un “ritual cultural”, le plantan un platillo con unas tristes patatas de bolsa. Es el analfabetismo de la tapa.