Desde hoy Gijón es una fiesta en torno a un fenómeno lúdico-literario, La Semana Negra de Gijón. Surgida hace veintitrés años, en torno al eje de la literatura policíaca, ha ido incorporando elementos festivos como actos solidarios, conciertos, feria del libro, terrazas de bares, mercadillos interétnicos y oferta gastronómica, hasta convertirse en uno de los festivales más importantes de Europa y un centro de referencia internacional, que llega a reunir a más de un millón de personas, a lo largo de los diez días que dura la celebración.
En este día de calor, que derrite hasta las ideas, nos planteamos si los organizadores han pensado que el mundo del libro es un escenario perfecto, para la recreación policíaca. Nada mejor que conocer nuestro lenguaje y sabrán, qué las gentes del libro somos tipos duros. Aquí van algunos inocentes ejemplos, para que veáis que cortamos por lo sano:
Amputar: suprimir parte de un escrito.
Atado: colección de documentos que forma parte de un expediente.
Babosa: letra de imprenta cuyos perfiles no quedan bien delimitados.
Bala: Conjunto de diez resmas de papel que antiguamente servía de unidad de cuenta.
Baño ácido: baño que en fotograbado se aplica a la plancha para disolver el metal en las partes no cubiertas.
Barrote: parte sobresaliente de cajas, galeras, galerines y chibaletes.
Biblioclasta: destructor de libros.
Biblioclepto: persona que roba libros, documentos u otras piezas de bibliotecas.
Bibliofagía: costumbre de comer libros o documentos manuscritos o impresos.
Bibliomancia: adivinación por medio de un libro abierto al azar.
Bibliopirata: editor que produce y vende libros sin autorización del autor.
Bibliotafía (de biblio y del griego taphé, sepultura) lugar de una biblioteca donde se guardan los libros que no están a disposición del público.
Biblioteca viviente: persona de extraordinaria erudición.
Cabeza de muerto: letra tipográfica que se coloca con el ojo vuelto para suplir a otra del mismo grosor que falta
Cabreo: libro o registro de tipo económico-administrativo o señorial.
Cajón de muertos: cajón que en las imprentas se destina a la recogida de los materiales rotos o desgastados.
Cárcel: tabla dividida en dos partes iguales que, junto con otra igual, sujeta el husillo de la prensa de madera.
Carne: cara del pergamino que está en contacto directo con el animal.
Castigar: corregir o enmendar obras o escritos.
Censor: persona que censura las publicaciones, películas, comunicaciones, etcétera.
Círculo vicioso: definición en círculo vicioso es la que explica el significado mediante sinónimos que remiten a otros sinónimos y así sucesivamente, volviendo al punto de partida.
Corona fúnebre: colección de escritos diversos de un autor, reunidos en publicación póstuma para honrar su memoria.
Corrupción: contaminación, alteración, cambio o vicio en el texto de un manuscrito o libro.
Corte de cabeza: corte que corresponde a la cabeza del libro.
Cuchillo: Utensilio que se emplea para varios usos en encuadernación.
Edición fantasma: edición que no existe y que es fruto de errores de catalogación.
Libro fantasma: libro que solo se conoce por las alusiones o citas que de él se han hecho, pero que nadie ha llegado a ver nunca.
Línea ladrona: línea corta
Martirologio: libro o catálogo de todos los santos conocidos.
Matar: suprimir, con un golpe, una letra o un signo o parte de él.
Mochuelo: omisión involuntaria de una o más palabras, frases o párrafos que al componer comete el compositor.
Momia: ficha testigo numerada y datada que ocupa el lugar de un libro, cuando está prestado.
Mortajas: hendiduras del crucero sobre las que caen las punturas.
Moscas: erratas que presentan las pruebas cuando sobrepasan el número de las que se consideran normales.
Mutilar: cortar, suprimir o cercenar una parte de un libro, folleto o escrito.
Oreja de perro: doblez en la esquina de las hojas de un libro.
Quema de libros: destrucción de libros y otros materiales impresos por considerar que su lectura no era adecuada.
Quién es quién: diccionario biográfico de artistas, intelectuales, científicos, etcétera.
Remediavagos: libro que resume una materia en poco espacio para facilitar su estudio
Revistas muertas: revistas que han dejado de publicarse
Sala del tesoro: lugar de una biblioteca donde se guardan las joyas bibliográficas.
Sangre: corte que se da a una ilustración cuando uno o más de sus lados son cortados al desvirar el libro
Tiro: impresión de la primera cara del pliego
Y ahora, que sabemos quienes somos, ya podemos caminar con nuestro Diccionario de Bibliología bajo el brazo y usarlo como un arma cargada de palabras, mientras paseamos por Gijón contemplando sus paisajes, sus monumentos y sus gentes.
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