Me gustan los mapas porque mienten

Me gustan los mapas porque mienten.
Porque no dejan paso a la cruda verdad.
Porque magnánimos y con humor bonachón
me despliegan en la mesa un mundo
no de este mundo

Wislawa Szymborska

1923-2012

Poetisa, escritora y traductora polaca

mapas

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Abandonar el mapa

La viajera abandonó el mapa, la sombra…

Por fín había decidido perderse

 

abandonarmapa

Perdí el mapa de mi infancia

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Hay poemas que llegan en el momento justo para poner palabras a lo que estás sintiendo, a lo que estás viviendo. Palabras que te hubiera gustado escribir y que te recuerdan que el camino que emprendes está lleno de huellas de otros que ya pasaron por allí buscando el mapa de regreso a la infancia.

Me he perdido, Señora.

¿Me puede acompañar, agarrando mi mano,

hasta un lugar donde alguien me conozca?

Recuerdo a una mujer haciendo sopa,

un ascensor que no llegaba al cielo,

unos hermanos queriendo y peleando,

un edificio que tenía entresuelo,

una vieja con manos de cartón

que hablaba de aquel buzo

-creo que era mi abuelo-.

Penélope tejiendo tapetes de ganchillo

sin Ulises viniendo de regreso.

Me he perdido y no tengo

un mapa de mi infancia,

comí aquel pan y no dejé miguitas

-no nadaba, Señora, en la abundancia-.

Mónteme, por favor, en aquel tiovivo,

quiero dar vueltas en el coche de bomberos

y déjeme después, se lo suplico,

en el tercero primera de una casa ardiendo.

Tito Muñoz. Perdido

El individuo y los lugares

El individuo no se distingue de su lugar. Es el lugar

Gabriel Marcel

Dramaturgo y filósofo francés

1889-1973

Ed Fairburn. Cambridge

Ed Fairburn. Cambridge

La gratitud es contagiosa

La gratitud es la memoria del corazón
Lao Tse

El cielo de Barcelona se llena de corazones para dar gracias

El cielo de Barcelona se llena de corazones para dar gracias por los momentos vividos

Más allá de la educación y las buenas formas, la gratitud es una emoción positiva que nos hace concentrar nuestra atención en todo lo bueno de este mundo. En estos días agitados y muchas veces tristes, deberíamos llevar siempre una cajita de pastillas de gratitud y el cuaderno de la memoria en el que ir anotando las cosas agradables que nos suceden. No es conformismo, es ver la vida desde muchos ángulos: el pasado, el presente, nuestra vida como individuos y nuestro sentir como cultura para sentirnos más conectados, menos solos.

La idea es muy simple porque, en el fondo, todos necesitamos lo mismo. El entorno de las redes sociales, con el trabajo colaborativo y con las fórmulas  «Me gusta» y «Gracias por compartirlo», ha venido a fomentar esa necesidad de expresar la gratitud, a veces en estado puro y otras veces alternando con estados de rabia y rebeldía que, dicho sea de paso, tampoco está mal.

Parece que las cosas adquieren una dimensión real cuando las situamos en un mapa. ¿Y si ubicamos nuestros agradecimientos en un Mapa de gratitudes que se vaya construyendo día a día con buenos gestos desde cualquier punto del mundo?. Es como si dijéramos «atención, en California alguien da las gracias por el cariño de su mascota, en Madrid hay una joven que valora el afecto de sus amigos, en Africa alguien agracede a la tecnología y la innovación la salida de la pobreza… y en el Mediterráneo se alegran de contar con la dieta que tantos beneficios aporta al corazón». Solo hay que pararse, pensar un poco y sentir mucho.

Mapa de gratitudes

Mapa de gratitudes

Dormida en ese mapa y en muchos otros que se encuentran en las páginas de miles de libros de Historia, Arte, Diccionarios… sufre la vieja Grecia. «Se duele» con esta crisis cruel. ¿Qué tal si cambiamos nuestros discursos y dedicamos unos minutos a agradecer la herencia cultural de este país?. Cada vez que pronunciamos música, gramática, gastronomía, biblioteca, poesía y 75.000 vocablos más estamos manifestando nuestra pertenencia a su cultura. Oportuno homenaje de gratitud el realizado por la Asociación de Profesores de Latín y Griego de la Región de Murcia y el IES Ingeniero de la Cierva, titulado «Gracias Grecia por nuestra herencia». Me sumo a ello.

¡Efcharisto Grecia!.

Y el agradecimiento les ha sido devuelto porque los profesores han sido invitados a Grecia donde se han reunido con dos ministros y han recibido el encargo de realizar una serie de televisión.

¡Efcharisto España!

Me gusta ver escondidas esas muestras de gratitud en los pequeños gestos de nuestra vida cotidiana. La palabra gracias acompaña las despedidas al viajero con los carteles a la salida de la ciudad: «Gracias por su visita».  También lo vemos en modestos carteles colgados en la puerta de los comercios tradicionales.

Es buena costumbre la de agradecer a los que nos visitan, sobre todo si de turismo hablamos. Da rabia cuando viajas a algunos lugares y ves como te reciben con hastío. Tuve esa sensación en Praga y en Venecia con un personal cansado de turistas, como esos viejos actores aburridos de representar siempre la misma comedia.

Recuerdo vestido de lunares

Recuerdo vestido de lunares

Por eso me pareció perfecta la campaña Gracias de turismo que Andalucía realizó en agradecimiento a turistas y andaluces en 2002. Una de las campañas más acertadas desde mi punto de vista. Los que nos visitan llevarán para siempre un detalle que se nos antoja rojo entre la niebla del invierno de Londres: el rojo del clavel y del geranio o los lunares juguetones de los zapatos de baile de una niña.

¿Y el turista?. También agradece los momentos vividos en el lugar que visita. Las experiencias y el carácter acogedor de los habitantes son elementos que destacan miles de visitantes que aprovechan las redes sociales para lanzar videos que hacen competencia a las campañas institucionales. Este que os traigo me parece especialmente emotivo. Lo realizó Lucas Jatobá para dar las gracias a la ciudad de Barcelona en la que había sido tan feliz. Lanzó globos de colores con entradas para el teatro y una carta deseando a quien la encontrara que se divirtiera tanto como él durante los tres años que pasó alli. Montones de globos sobrevuelan la ciudad mientras que suena la canción de Jessica Allossery  «Change the world» como un deseo y una invitación.

¿Cambiamos el mundo? ¿Te animas a escribir tu nota de agradecimiento en el mapa?


Pendientes del hombre del tiempo

“Tiempo variable, en el que se alternarán nubes y claros con chubascos puntuales».

Mariano Medina en el comic de Mortadelo y Filemón

Mariano Medina en el comic de Mortadelo y Filemón

Después de licenciarse en Ciencias Físico-Químicas, Mariano quiso dedicarse a la enseñanza secundaria. Pero no hubo suerte. Mientras miraba cabizbajo la lista de aprobados, apareció un desconocido, que lo animó a probar suerte con las oposiciones de Meteorología. Algo en su interior le llevó a seguir los consejos de aquel individuo del que nunca más tuvo noticias. Se presentó a las oposiciones y ganó el número uno. Tras aprobar, pasó a trabajar en el Aeropuerto de Barajas, hasta que en octubre de 1956, TVE solicitó al Servicio Meteorológico Nacional, un meteorólogo para ocuparse de la predicción diaria del tiempo en la televisión que comenzaba. Mariano aceptó el ofrecimiento y empezó a trabajar el 30 de octubre de aquel año. Al principio, no percibía ningún sueldo, más adelante empezó a cobrar una modesta cantidad, en concepto de “gastos de limpieza”. Trabajaba de lunes a sábado, y el domingo descansaba, por lo que, ese día, no había información del tiempo en televisión. Para tomarse las vacaciones estivales, tenía que buscar, él mismo, un sustituto.

Y así fue cómo, Mariano Medina, el hombre del tiempo, se coló en nuestros hogares para hablarnos de isobaras y anticiclones. Con aquella información, habitualmente a la hora de la cena, se hacía el silencio en los hogares. Primero fue con el programa “El Observatorio en su receptor”, luego con “Tiempo probable”. En TVE, no fue aceptada su propuesta de un título más informal como “El hombre del tiempo”. La SER, en cambio, recogió la idea, que Mariano registró como marca en el registro de la propiedad, para el programa “Cabalgata fin de semana”. Era una España gris, en la que la televisión estaba más próxima al BOE que al entretenimiento. Las emisiones empezaban al atardecer y duraban hasta las 12 de la noche, de manera que sólo había un telediario, a las nueve o nueve y media de la noche y una información diaria del tiempo. Todos (los cuarenta que tenían televisor en España), esperaban ese minuto y medio que les adelantaba el tiempo, como si de magia se tratara.

Los mapas de esos primeros tiempos, estaban dibujados en  una gran pizarra, en la que se encontraba silueteado el mapa de Europa. Él, trazaba con tiza las isobaras, marcaba los anticiclones, las borrascas, las temperaturas… Después pasó a utilizar mapas impresos en cartulina, editados por el Instituto Nacional de Meteorología, sobre los que dibujaba con lápiz blando o rotulador. Al principio, solo se veía en pantalla el brazo señalando el mapa, motivo por el que la gente lo denominaba el “brazo de Santa Teresa”. Progresivamente, la pantalla fue mostrando la figura de medio cuerpo, pero en pocas ocasiones lo vimos de cuerpo entero. De ello hicieron broma sus compañeros, que un día decidieron bajarle los pantalones durante la emisión. Mariano, mantuvo el tipo y los telespectadores ni se enteraron, siguieron tomando la sopa mientras oían, atentamente, el tiempo que les esperaba mañana.

Fueron 29 años de predicciones que hicieron de él, el símbolo de la información meteorológica, de ahí  que se lean frases publicitarias como: “el mariano medina en tu ppc de mano”, aludiendo a PocketWeather, una moderna herramienta destinada a la información meteorológica. Todavía hoy decimos “el hombre del tiempo”, para darle fuerza a nuestros comentarios. Herencia de esa época, es la fe ciega que tienen nuestros mayores en las predicciones de «la primera”.

La tecnología, ha traído nuevas fuentes de información meteorológica como WeatherMeteoalarm, una red europea de alertas meteorológicas, de gran utilidad para conocer lo que está pasando en tiempo real en el territorio europeo. La animación, el color y la tecnología, hacen que la información meteorológica sea cada vez más interactiva y pruebe con nuevas formas de comunicación como Sam, el primer hombre del tiempo virtual, creado por Activa Multimèdia, utilizando frases que se construyen automáticamente a partir de una base de datos, de frases que emplean los profesionales de los servicios audiovisuales de meteorología de Activa Multimèdia. Incluso la arquitectura, innova en modelos como la fachada de la Torre Dexia, uno de los mayores edificios de la capital belga, que cambia de color en función de la previsión meteorológica para el día siguiente.

Y es que la información del tiempo se ha convertido en imprescindible para la economía y el ocio. Cada vez se viaja más, pero como el tiempo libre es más escaso, es importante elegir bien los días. Las páginas Web de información turística incluyen siempre un apartado sobre este tipo de información que tanto influye en los destinos turísticos y en la compra de electrodomésticos. Cuando llegan las predicciones de subidas de temperaturas, la gente se lanza a comprar electrodomésticos, cuando hay amenazas de lluvias en una zona vacacional, los turistas cancelan sus reservas. Por eso, los hombres del tiempo a veces, tienen que aguantar las quejas de hoteleros que les llaman molestos por predicciones de lluvias que finalmente no se han cumplido. Cuando se aproxima la Semana Santa en Andalucía, devotos y empresarios turísticos miran al cielo, anhelando días de sol, porque la gente quiere saber si va a poder salir su paso. De ahí surge un personaje que Antonio Burgos ha denominado “tonto meteorológico”, que ante la amenaza de lluvias “comienza un curso acelerado de Mariano Medina […], le trae al pairo la pertinaz sequía, él lo único que quiere es «Só» mucho «Só».

Si la información nos resulta insuficiente siempre podemos ampliarla con Gila que ya en los 60 añadía a las predicciones meteorológicas datos del tráfico, nuevos proyectos inmobiliarios y previsiones estadísticas sobre la afluencia de turistas en Levante y Andalucía, al tiempo que tenía la capacidad de enviar los anticiclones a los ingleses. ¿Se le puede pedir más a una pizarra?

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